¡Vamos, vamos los pibes!

Este grupo tuvo y tiene cosas que se ven en pocos planteles del futbol argentino. Más allá del título, la humildad está a la orden del día. ¿Se acuerdan del jugador que se asomaba por la ventana  con una remera negra en los festejos en el obelisco? Muchos de los hinchas se preguntaban quién era, lo cierto es que Samuel Cáceres hoy ya forma parte de un primer plantel. Lo mismo sucede con Ignacio Barcia.

Lo llamativo es que ambos se retiran del predio de Villa Domínico luego de haber disputado la práctica matutina por el portón trasero y tras haberle pedido monedas a Nicolás Martinez para poder viajar. “Me tomo el 295 y de ahí voy a Lanús Este”, le dijo  Ignacio Barcia a LocoxelRojo mientras le recordábamos una nota en julio en la cual el jugador analizaba los refuerzos del primer plantel con la mirada de las divisiones inferiores del club.

No es distinto el caso de Javier Báez, el defensor terminó la práctica y nos saludó con tal afecto que pareciera un familar. Desde este sitio le dimos el reconocimiento merecido cuando con aquel gol frente a los vecinos nos daba el primer objetivo de los 3 logrados con Antonio Mohamed. Y el pibe no se olvida, nos encara, nos saluda y le da todo su afecto a la gente de la Subcomisión del Hincha. Lo vemos con unos guantes de Gabbarini y le preguntamos para qué quería tales. Supusimos que atajaba en el futsal con los amigos o que se trataba de una apuesta entre compañeros y nos contestó que estaba reclutando diferentes cosas de varios compañeros para poder sortearlas en Barrio Unido, su club de barrio que anda mal económicamente.

¿se preguntan por Galeano y Velázquez? La Avispa sonrie cada vez que le piden un autógrafo, parece que todavía quiere que lo despierten del sueño. Fue partícipe del título con 2 goles fundamentales, en momentos críticos pero igualmente se saca fotos con cada uno de los chicos que andaban pateando pelotas en la mañana de Domínico. Y que también sueñan con ser como él. “Sos el futuro 2 de la selección le grita”, el padre de un nene de no más de 5 años que patea una pelota mientras grita “¡Avispaaa, Avispaaa!”.

Galeano también viene del interior, se consagró en la primera y si bien fue titular en todos los partidos, cuando le tocó salir en la final por Carlitos Matheu bajó la cabeza y se lo aguantó. Reconoce el trabajo de los mayores y no deja de mostrarse feliz, también en medio de este gran sueño. Ninguno se olvida lo que pasaron a metros de la pensión en donde alguna vez vivieron. De hecho, algunos todavía se bañan allá como Samuel Cáceres.

Y no me olvido de Fernando Godoy, sufrido y resistido con Gallego, no se cansa de agradecerle la oportunidad y jura que va a volver a tenerlo de entrenador para devolverle confianza. El volante central sale caminando y también saluda a cada uno de los periodistas con respeto, se saca fotos con la gente y se queda esperando en el estacionamiento a sus compañeros. No está apurado como otros. Independiente es su casa y disfruta cada momento. Tiene futuro europeo próximo luego de una gran Copa Sudamericana y sabe que cada uno de los instantes en el club no se volverán a repetir.

Cristian Díaz merodea por el estacionamiento mientras sus pibes patean al arco. En la cancha de al lado a donde entrena la primera llena de pibes, también hay un camino distendido. Se patean tiros libres, hay risas, entusiasmo y se respira motivación. La misma que el turco implantó en el primer plantel. Es que los pibes tienen ganas de mostrarse en el retorno del Rey. Y el camino es este, con aciertos y desaciertos dirigenciales; Independiente, gracias a los huevos y a la garra de sus pibes, está otra vez en donde debe estar. Y esto se lo debemos a ustedes en gran parte. Simplemente gracias por ser como son y no pierdan la humildad.