No demuestran nada (Columna de Opinión)

0

¿Cómo puede ser que faltando nueve fechas para terminar el torneo los jugadores no dejen la vida en cada pelota? ¿Cómo es posible que sigan perdiendo partidos fundamentales? ¿Cómo no pueden concretar tres pases seguidos?

Nadie puede entender que Independiente, el que más Copas Libertadores conquistó, el que logró hazañas irrepetibles e inigualables y el único equipo no brasileño que dio la vuelta en el Maracaná, hoy esté a nueve partidos de perder la categoría. Lo más preocupante de todo es que no hay síntomas de poder revertir la situación.

El encuentro de ayer en Santa Fe dejó el peor de los sentimientos. El culpable de este momento ya no es Américo Gallego, que no supo encontrarle la vuelta al equipo, y tampoco lo es Miguel Brindisi, quien apostó a los más experimentados para que pongan el pecho. El plantel no está a la altura de la situación. Ellos no tienen la culpa de que Ernesto Farías le erre al arco, que Osmar Ferreyra le erre a la pelota o de que Hilario Navarro se quede inerte viendo como ingresan los goles.

El bajo rendimiento de muchos integrantes del plantel da para pensar: ¿Será cansancio o falta de compromiso? Si nos basamos en los últimos rendimientos y sobre todo el partido de ayer, pareció que no tenían ganas de jugar. Tampoco dieron muestras o señales de que el resultado le duela. Claro está que hay excepciones.

Esto es Independiente y su historia exige que cada uno que se vista de rojo, se juegue la pierna en cada partido, la cabeza en cada centro, los pulmones en cada corrida, los brazos en cada forcejeo, la garganta en cada indicación y el corazón en cada jugada.

El hincha no puede más con su corazón. Cada fin de semana está donde juega Independiente. Todavía quedan algunas fechas para que le demuestren a la gente que tienen ganas de cambiar este presente.