Néstor Andrés Silvera se retiró del fútbol profesional. El “Cuqui”, que tuvo dos pasos por Independiente, le dijo adiós a las canchas a los 36 años. El ex jugador del “Rojo” dejó su sello con 43 goles y dos títulos.
Sus primeros pasos en el fútbol los dio en su ciudad natal, jugando para la Comisión de Actividades Infantiles en Comodoro Rivadavia. Luego trajo sus goles a Buenos Aires, más precisamente a Huracán. Llegó a Independiente en el 2001 proveniente de Unión de Santa Fe y en su primer torneo vistiendo la camiseta roja le costó acoplarse al equipo.
Saltó a la fama en el Apertura 2002, cuando se consagró campeón y goleador del recordado equipo de Américo Gallego. Sus 16 gritos quedaron marcados a fuego en el hincha, tal es así que le perdonó haber vestido la camiseta de San Lorenzo en su regreso al país después de una larga estadía en México.
El segundo ciclo en el club también fue con gloria. Formó parte del equipo que peleó ambos torneos en la temporada 2009/2010 y coincidió con el retorno del “Tolo” Gallego. Ya con Antonio Mohamed como entrenador, consiguió su segundo título con Independiente en la Copa Sudamericana 2010.
Fueron 135 partidos, 43 goles y dos títulos en el club. Con varios problemas físicos, sin lugar en el equipo e inhibiciones de por medio, se fue de Avellaneda para desembarcar en Banfield, donde finalizó su carrera como jugador.
Sin lugar a dudas, Silvera fue uno de los últimos delanteros que más alegrías le dio al hincha de Independiente. Habrá tenido sus errores fuera de la cancha, pero cuando su físico se lo permitió, siempre dio todo para defender esta camiseta. ¡Gracias por tus goles “Cuqui”!
