Baile clásico

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Independiente bailó a Racing y se quedó nuevamente con el Clásico de Avellaneda. Fue 3-0 en el Libertadores de América, gracias a los goles de Martín Benítez, Jesús Méndez de tiro libre y Diego Vera. El Rojo le ganó a su máximo rival sin despeinarse y estiró la ventaja en el historial a 23 partidos. Además, se afirmó en los puestos de Liguilla Pre-Libertadores.

El equipo de Mauricio Pellegrino fue superior de principio a fin y se llevó un triunfo inobjetable. Si bien tuvo momentos de pocas ideas, Independiente fue el único que pensó en el arco de enfrente y que salió decidido a quedarse con el honor del barrio. Claro que gran parte del triunfo se debió a la actitud de Racing, que entró dormido y por momentos rozó el pánico escénico.

Diego Rodríguez fue casi un espectador de lujo, ya que nunca lo atacaron con claridad. La defensa no sufrió y tuvo los puntos más altos en los laterales. Méndez y Jorge Ortíz se adueñaron del mediocampo. Y adelante, Benítez y Vera pusieron el picante necesario para que el Rojo se pueda florear ante la Academia. La insistencia dio sus frutos a los 32 minutos, con una gran jugada colectiva entre Jesús, Viruta, el Misionero y Gustavo Toledo, quien dio la asistencia final para que Benítez estampara el 1-0.

El gol hizo que el Rey de Copas se relaje y empiece a jugar más suelto, pero el momento clave sucedió a los 34′, cuando Acuña vio la roja por un codazo. La diferencia era clara cuando la Academia tenía once jugadores y ahora lo sería mucho más. Pese a esto, el Rojo se fue al descanso ganando sólo 1-0, pero se guardó la fiesta para el complemento, donde literalmente lo pasó por arriba.

Independiente tardó en construir la goleada, aunque el resultado nunca estuvo realmente en riesgo. Los de Diego Cocca, con diez hombres, no encontraron la manera de llegar al arco del Ruso. Con este panorama, el dueño de casa dio cátedra, jugando en todo momento en campo contrario, y lo liquidó en los últimos diez minutos. A los 36′, Méndez, una de las figuras, emocionó a todos con un golazo de tiro libre, quebrándose en llantos durante el festejo.

Más tarde, Vera puso el 3-0 de cabeza tras una asistencia magistral del Marciano Ortíz, otro de los jugadores sobresalientes. Fiesta roja y delirio en un Libertadores de América que no conoce derrotas ante los vecinos. 23 partidos de diferencia en el historial, 14 años invicto en Alsina y Bochini y noveno festejo al hilo en casa ante el rival de toda la vida. Una vez más, quedó demostrado que en Avellaneda manda Independiente.

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