Luego de un primer semestre signado por rendimientos irregulares y desajustes colectivos, Mauricio Pellegrino encontró el equilibrio que necesitaba el equipo. Independiente triplicó la cantidad de vallas invictas, redujo a la mitad sus goles recibidos y escaló más de diez puestos en el torneo local. Además, sigue en la Copa Sudamericana y está cerca de clasificar a la Libertadores.
Solidez, paciencia y eficacia son tres conceptos que acuñó Pellegrino desde su llegada. Solidez para defender, paciencia para encontrar los espacios y eficacia para definir en el área rival. Pero el correr del tiempo reflejó que el término más llamativo de todos estos resultó ser el primero. ¿Por qué?
Durante el primer semestre, Jorge Almirón y Fernando Berón utilizaron siete defensas diferentes en 16 partidos y el equipo recibió 16 goles. Mientras Diego Rodríguez mantuvo su arco invicto en sólo tres juegos, Emanuel Aguilera, Mauricio Victorino, Nicolás Figal y Cristian Tula se repartieron la zaga central con Víctor Cuesta sin lograr consolidarse en el puesto. El equipo cerró la primera parte del certamen ubicado 16°.
Con la llegada de Pellegrino a mitad de año, se fortaleció la defensa. La presión alta, la claridad del mediocampo y la regularidad que mantuvo la última línea realzaron considerablemente el nivel de todo el equipo. La incorporación de Hernán Pellerano a la zaga central aportó voz de mando y experiencia para que la línea de fondo lograra consolidarse.
De esta manera, el Rojo pasó de recibir 16 goles en 16 partidos a 9 en 18 -un tanto cada dos juegos-. El Ruso Rodríguez atajó todos los encuentros y no le convirtieron en 10 oportunidades. Gustavo Toledo, Pellerano, Cuesta y Nicolás Tagliafico se afianzaron: compartieron cancha 12 veces -7 victorias, 4 empates y 1 derrota-, recibieron 5 goles y no les marcaron en 8 ocasiones. Los cuatro suman juntos 1080 minutos -1 gol cada 216 minutos -.
Cuando asumió en junio de 2015, Pellegrino declaró: “Llego a un gigante dormido”. Cuatro meses después lo respalda una efectividad del 72%. Independiente está 5° en el torneo, en zona de clasificación a la Liguilla Pre-Libertadores y jugará los cuartos de final de la Copa Sudamericana. La paciencia y la eficacia también son parte de su estructura, pero sin dudas, la solidez fue el punto de partida del cambio.
