Montenegro: “Nadie me quita el orgullo de haber usado la 10 del Rojo”

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Daniel Montenegro le brindó una extensa entrevista a El Gráfico. Entre otras cosas, recordó su llegada a Independiente, el título del 2002 y sus idas y vueltas con los hinchas. Además, confesó haberla pasado mal con el descenso y se sintió orgulloso por haber vestido la camiseta número 10.

Ni bien arribó al club los dirigentes le tiraron la camiseta número 10. Y a los pocos días, la revista El Gráfico salió a la calle con una foto suya con la 10 del Rojo y el título “El Heredero”. Años después, el Rolfi reconoció haberse sentido incómodo por la situación: “Hacía dos meses que había llegado, y no podía nunca estar a la altura de Bochini, que fue ídolo 20 años en el club. En ese momento no entendía cómo era el juego este del periodismo, ya de grande lo entiendo un poco mejor”.

“Igual, esa tapa es un hermoso recuerdo. Nadie me quita el orgullo de haber usado la 10 del Rojo”, aclaró. En sus distintos ciclos en el club, el trato con la gente fue variando. “Pasé etapas y etapas. En un momento me querían y en otro, me querían matar (risas). En Huracán lo mismo. En este país es muy difícil quedar bien con todos, si vas a un lado, se enoja uno; vas a otro y se enoja otro. En su momento por ahí la gente no entiende cómo es todo”, expresó. Pero hay un hincha que cuando lo ve en la calle se acuerda de toda su familia: “Creo que el de Racing, porque les metí muchos goles y no perdí ningún clásico. El de San Lorenzo tampoco me quiere, porque soy hincha de Huracán, pero si escuchás en la calle hablar, creo que el de Racing me putea más”.

Muchos hinchas no le perdonan haber gritado un gol y besado la camiseta de River: “Yo había ido con River a la cancha de Independiente, por el campeonato, estaba haciendo la entrada en calor y ya me puteaban y me tiraban cosas de la platea. Recién al segundo partido, por la Sudamericana, me dieron una patada, siete puntos atrás de la rodilla, salí al costado y ahí me puteaban todos y todavía no había metido el gol. No es que me putearon porque les grité un gol, me putearon antes de que lo metiera”.

A lo largo de su carrera cosechó varios títulos y buenos momentos. Sin embargo, el mejor lo vivió en el Rojo: “Tuve momentos muy buenos en varios equipos: con Independiente en 2000 y 2002, coronado con un título. En River, en 2006; con Huracán en el Clausura 2002 o mismo cuando me vendieron la primera vez. Si tengo que elegir un solo momento, te digo que me marcó mucho el Apertura 2002 con Independiente”. El peor, también lo tuvo en el club: “Cuando nos fuimos a la B con Independiente. Con Huracán también me pasó en el 98, pero recién debutaba, y se veía venir”.

“Hice lo que sentía en el momento: volver y darle una mano, fuese cual fuese el resultado. Por eso firmé un contrato por un año y medio y no por seis meses. Las opciones eran dos: o el equipo se salvaba y disfrutaba un año en Primera o se producía la catástrofe y le ponía el pecho en el Nacional B”, manifestó. También, confesó que fue un duro golpe y la pasó muy mal: “Cuando se puso complicado el tema con el descenso, hablé con mi mujer y le dije que no iba a llorar en público, porque a mis hijos les inculqué desde siempre que esto es un juego y se tienen que divertir, entonces no quería dar esa imagen. Lo expresé puertas para adentro, estuve un año y medio sin poder salir y pasándola mal, pero no quería demostrarles a ellos la tristeza que sentía”.  Y añadió: “La mancha está, no la voy a ocultar, por más que no haya jugado los tres años del promedio, sino sólo seis meses. Yo fui a hacer lo que sentía. Tenía un montón de ofertas de clubes mexicanos, pensá que fui tres años y medio capitán del América, pero si el Rojo bajaba, iba a sentir ese vacío porque no había intentado ayudarlo”.

Para finalizar, describió cuales fueron sus sensaciones de definir el ascenso con el Globo. “Fue terrible para mí, porque además si le hubiéramos ganado a Patronato en casa en la última fecha se terminaba todo y me evitaba esa situación desagradable. En ese momento me reprobaron por no haber vuelto a Huracán y sí a Independiente, pero nunca me llamaron de Huracán. Me sentí mal, pero lo cierto es que yo quería ganar con Independiente, veníamos luchando hacía un año, una etapa durísima. Puteé, porque tengo muchos amigos de Huracán. ¿Por qué me toca a mí llegar a esta situación? Me sentía muy raro, por suerte a los seis meses subió también Huracán”, cerró.

15 Comentarios

  1. Rolfi ojala leas los comentarios que te queremos gracias x tanto y perdón por tan poco dejaste se tu marca en el rojo y la 10 te quedo muy bien hoy no tenemos un jugador como vos

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