Vergonzoso arbitraje de Vigliano

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El planteo y el rendimiento de Independiente fue muy malo, pero el resultado en el Clásico de Avellaneda se vio influenciado por el pésimo arbitraje de Mauro Vigliano.

Todo sucedió cerca del final del partido, donde el árbitro tomó la postura de ser protagonista. Primero decidió sacarle amarilla a Juan Cáceres, que venía persiguiendo a Sebastián Palacios en una contra, cuando el que lo baja de frente fue Nery Domínguez, quien ya estaba amonestado.

Sin embargo, la cosa no quedó ahí. Al cierre del encuentro, en la última jugada, inventó una falta dentro del área de Sergio Barreto a Iván Maggi que derivó en el penal que convirtió Enzo Copetti para decretar el 1-0 final.

Vigliano fue el juez que pidió la dirigencia y al que festejó por su designación, y fueron los mismos dirigentes los que desplegaron sus enojos con insultos en el estadio y quejas en los medios. Los jugadores también explotaron, dentro y fuera de la cancha.

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