Sebastián Valdéz, defensor central de Independiente, habló sobre su reciente operación y repasó el primer semestre del año.
A horas de haber pasado por el quirófano por una luxación en el tendón peroneo de la pierna derecha, Valdez contó cómo son los pasos a seguir: “Por suerte salió todo bien la operación. En principio son 30 días, pueden ser 60. Todo depende de cómo vaya evolucionando”.
También, en diálogo con De la Cuna al Infierno, señaló el momento en que se produjo su lesión: “Me lesioné con San Martín de San Juan. Me pisan en una disputa y seguí porque no había más cambios. La explicación médica era que el tendón se sale de su lugar y se sube al hueso, que era para operar”. Y agregó: “Desde que me lesioné, era como sentir un tiro en el tobillo”.
Por otro lado, remarcó que la eliminación frente a Huracán en el Torneo Apertura aún pesa en el vestuario: “Todos seguimos heridos, pero ayer dimos una muestra de carácter después de ese golpe. El grupo está muy unido, más allá de lo que se ve en la cancha. Es una familia, lo hemos demostrado”.
Sobre su relación con Kevin Lomónaco, reflejó la dinámica interna. “Te hace las cosas mucho más fáciles. Eso sí, a veces miro para el costado y no lo tengo y está Iván Marcone”, bromeó. Además, elogió a Rodrigo Rey, una de las figuras del equipo: “Jugar con él es como tener un buen seguro en el auto, vas tranquilo”.
Finalmente, se refirió a los rumores que rodean a la posible salida de Lomónaco y Felipe Loyola. “No hablé seriamente con Pipe y Kevin, pero les hago chistes de si se van o no. Si me preguntás a mí, yo quisiera que se queden toda la vida en Independiente”, cerró.