Independiente empató 1-1 con Godoy Cruz por la fecha 11 del Torneo Clausura, en Mendoza. Los principales motivos de la igualdad con el Tomba:
- Faltó carácter: parecía que el equipo levantaba, por lo que habían mostrado en el último partido con Racing. Ahora volvió a quedar reflejado la falta de actitud y voluntad. Eso es lo que se percibe del plantel de Independiente. Cada partido es peor que el otro. Inexplicable.
- Equipo temeroso: la sensación es que incluso ganando el encuentro, Independiente puede llegar a perderlo. No genera peligro, pero si tiene un sin fin de errores no forzados. Pierde constantemente la pelota y casi no llega al área rival. Fecha tras fecha, la misma historia.
- Cambiar para no cambiar: hubo cambio de técnico, cambio de jugadores, se modificó el esquema pero nada cambió. En Mendoza nunca logró hacer pie, ni conectar pases seguidos. Movió el banco pero el resultado fue el mismo, mediocridad absoluta. Ya son 100 días sin victorias y el único que no ganó en el campeonato.
- Arbitraje: el Rojo no fue el único que interpretó un papel nefasto, ya que Andrés Gariano no se quedó atrás. Un remate de Matías Abaldo impactó directo en la mano de Juan Morán. No obstante, para el juez y Germán Delfino en el VAR, no ocurrió nada. Al local tampoco le revisaron un posible penal de Franco Paredes.
