Independiente empató 1-1 contra Godoy Cruz por la fecha 11 del Clausura y, con un partido menos, alcanzó su peor comienzo de campeonato en su historia.
Pocos pueden explicar la debacle de este Independiente. Probablemente (sí, no se puede garantizar con firmeza) sólo puertas para dentro se consiga dar un motivo por el cual el Rojo pasó de ser un equipo sensación y que daba gusto verlo jugar, a uno que se escurre como agua entre las manos.
Independientemente de cualquier mirada subjetiva, los datos son demoledores. No hay mucha vuelta que darle al tema. Con 10 partidos sin haber logrado la victoria (y eso que debe el encuentro con Platense), el Rey de Copas superó su peor marca en un arranque de torneo, aunque ya no pueda llamarse arranque como tal.
El récord negativo lo ostentaban tres planteles de distintas temporadas: primero, en el Apertura 1990, con 4 empates y 4 derrotas. Cinco años después, también en el Apertura, se “consiguieron” 6 pardas y 1 caída. Finalmente, el maldito Torneo Inicial 2012, que derivó en el descenso de Independiente tras 101 años ininterrumpidos en Primera División.
Sin embargo, la única marca sin todavía batir está a 4 fechas. Y es que con 13 partidos por toda competencia sin sumar de a 3, este Independiente se encuentra a poco de los 17 sin triunfos de la campaña 2012/13. Se encuentra a 1 del Clausura 2002, meses después de salir campeón, y ya igualó la temporada 1998/99 (3 derrotas y el resto empates). Nefasto.