Sebastián Valdéz fue uno de los grandes aciertos del mercado de pases. Pilar fundamental para el fondo de Independiente.
Llegó libre desde Central Córdoba, con la misión de fortalecer una defensa que necesitaba solidez. A diferencia de otros refuerzos, fue uno de los centrales más regulares del plantel: sostuvo rendimientos parejos, firmes y efectivos.
Se entendió de entrada muy bien con Kevin Lomónaco, siendo un complemento ideal por características similares, conformando una dupla central sólida y casi automática en el esquema del Rojo.
En el cierre del primer semestre jugó arrastrando una luxación en los tendones peroneos del tobillo derecho, lesión que lo llevó a ser intervenido quirúrgicamente. Cuando en la segunda parte del año, mantuvo su nivel.
Su temporada muestra números fuertes: 38 partidos y 3.156 minutos.
