Las claves del empate ante el Lobo

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Independiente empató 2-2 con Gimnasia en el Libertadores de América. Por la fecha 26 de la Superliga, el Rojo y el Lobo repartieron puntos. La visita consiguió la igualdad sobre la hora y los dirigidos por Ariel Holan jugaron con uno menos más de 75 minutos por la expulsión de Nicolás Figal.

En LocoXelRojo analizamos el partido y te dejamos las principales claves del empate:

  • Expulsión de Figal: El encuentro se había presentado cómodo para Independiente. Logró ponerse rápido en ventaja con el gol de Martín Benítez y todo estaba dado para que manejara el partido a su antojo. Pero de un error, llegó la expulsión tonta del defensor y el penal en contra. Es imposible saberlo, pero con el diario del lunes da la sensación que si Gimnasia conseguía la igualdad en esa jugada sin la infracción de Figal, el Rojo 11 contra 11, se quedaba con los tres puntos.
  • Acumulación de errores: Las equivocaciones se pagan caro y eso le pasó a Independiente. A varios jugadores se los notó imprecisos y erráticos, pero hay momentos del partido o de un torneo en dónde no podés fallar, y el Rojo se equivocó en el peor. Los dos goles de Gimnasia llegaron por errores propios, justo cuando está en juego la clasificación a la próxima Libertadores.
  • Fallos arbitrales: A Independiente los jueces lo vienen perjudicando seguido, sobre todo de local. Al fastidio que le genera a un jugador un fallo en contra dentro de la cancha, hay que sumarle el de la gente, que ya está cansada de que en todos los partidos le metan la mano en el bolsillo. Y esto no es de ahora, ya viene sucediendo desde el año pasado, cuando el Rojo levantó la Copa Sudamericana con varios arbitrajes en contra. La jugada de penal fue clara y no deja dudas, pero todo lo que derivó en su expulsión sí. Es inexplicable el cambio de opinión de Trucco. Y no hay que dejar de lado las jugadas de menor trascendencia, que ayudan a inclinar la cancha.
  • Cansancio acumulado: Ayer se notó como nunca antes se había notado en el 2018. El desgaste en Brasil fue mucho y jugar con un hombre menos más de 75 minutos no es fácil.

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