Son las 9 de la mañana y jugamos a las 2 de la tarde. No pude pegar un ojo. Fue una semana dura en lo laboral y el mal arrancó viéndote perder por 4 goles contra un equipo tradicionalmente del interior, ni siquiera del ascenso.
Estamos a 7 partidos de Estudiantes cuando quedan 11 partidos por jugar. Es la peor campaña de la historia pero como antes de cada partido, sigo teniéndote fe. Los de enfrente no están tan mal. Acostumbrados a comienzos mediocres, si hoy nos ganan nos pasan en la tabla de los promedios.
Me pregunto qué te están haciendo Independiente, y la respuesta la conozco. Me inunda la tristeza, a esta altura el campeonato pasado íbamos punteros y estábamos clasificando para la copa en la cual hoy pasamos papelones.
No eran estos mismos 11, pero si agarro el plantel de casi 30 jugadores, no cambian más de 5 o 6. No hay tiempo para preguntarme qué es lo que pasa, solo espero la reacción. No quiero seguir rompiendo rachas negativas, estoy por salir para el Libertadores de América en donde almozaré con los mismos de siempre. Esos que te consuelan en las malas y con los cuales festejo en las buenas. Como una gran familia…
Ni voy a pedirle sacrificio a los jugadores… solo pido que se repita lo mismo que en los últimos 5 años, solo quiero conocer la victoria o, si es posible, no perder. En la situación que estamos, no sé si un empate me va a frustrar, prefiero eso a romper una nueva racha, sería lograr un nuevo papelón.
Faltan 5 horas para ver 11 camisetas rojas salir al césped del Libertadores de América, aunque ganes o pierdas, yo siempre voy a estar. A mi si me importa, no como dicen aquellos a los que no les importa una mierda. Si perdes voy a tener otra semana mala. Y es cada vez peor, porque cada derrota la siento como una puñalada al alma.
Desde pendejo aprendí a querer estos colores y lo único que quiero es recuperar la gloria. Va a llevar tiempo, lo sé. Es por eso que al de arriba le pido de esperanzas y ánimo. Hoy es un buen día para revalidar la grandeza…
VAMOS ROJO