Se acordó de ganar

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En el debut de Fernando Berón, Independiente se sacó la mufa de encima y le ganó 1-0 a Tigre en el Libertadores de América. Lucas Albertengo marcó el único gol del Rojo, que se llevó una victoria bastante ajustada y cortó una racha de ocho partidos sin triunfos. Jesús Méndez se fue expulsado en el segundo tiempo.

Ya sin Jorge Almirón en el banco, el equipo salió a la cancha con un aire diferente, pero con un objetivo claro: terminar de una vez por todas con la sequía de triunfos. Irónicamente, logró sumar de a tres jugando uno de los peores partidos del campeonato, sin Federico Mancuello y con el debut de Julián Vitale en el mediocampo.

Independiente golpeó primero y pudo aguantar la ventaja jugando un fútbol que dejó bastante que desear. A los 11 minutos, Albertengo ganó de cabeza en el área tras un centro de Méndez y venció a Javier García para anotar el 1-0 que sería definitivo. Sin sobrarle nada, el Rojo se las ingenió para cortar el juego de un Tigre que tampoco tuvo muchas ideas.

Si bien no hubo emociones en el primer tiempo, sí hubo varios roces. Mauricio Victorino terminó con un corte en la cabeza, mientras que Emiliano Papa tuvo que dejar la cancha por un golpe que lo dejó mareado. En su reemplazo entró Franco Bellocq, que nunca pudo acoplarse al juego y aportó poco y nada.

Ya en el complemento, el trámite no varió demasiado. Los de Gustavo Alfaro intentaban arrinconar a Independiente, pero no tenían claridad y estaban muy erráticos. En el Rojo, la defensa se mostraba firme, el mediocampo se las arreglaba como podía y los delanteros generaban poco. Matías Pisano estuvo bastante intermitente y no logró ser la manija del equipo.

A ocho del final, Méndez se fue expulsado por una acción insólita: le pegó un pelotazo a un jugador de Tigre que estaba en el suelo tras un recibir una falta y Saúl Laverni no dudó en mostrarle la roja. Fue ahí cuando los de Victoria se animaron y metieron al equipo de Berón contra su arco, pero las buenas respuestas del Ruso Rodríguez y la falta de puntería del visitante dejaron el resultado a favor del equipo de Berón.

Fue así como, sin sobrarle absolutamente nada, Independiente logró volver a festejar después de ocho partidos sin alegrías. Ganó dejando una imagen bastante pálida, cuando más de una vez no pudo vencer pese a haber jugado bien. Está claro que tiene mucho por mejorar de cara al partido ante Rosario Central, pero al menos dio el primer paso para empezar a salir del pozo.

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