A Paraguay con ventaja

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Independiente arrancó con el pie derecho los octavos de final de la Copa Sudamericana. En la ida, le ganó 1-0 a Olimpia en el Libertadores de América gracias al gol de Juan Manuel Trejo. El Rojo ganó bien y hasta mereció más, pero perdonó mucho y encima se quedó sin Jesús Méndez para la vuelta en Paraguay, ya que se expulsado por una falta irresponsable.

Como se esperaba, el partido tuvo la intensidad propia de un duelo de equipos grandes. El equipo de Mauricio Pellegrino enseguida se hizo dueño de la pelota y arrinconó al rival contra su arco, mientras que el Decano intentó lastimar saliendo rápido de contra. Las primeras chances las tuvo Independiente en los pies de Diego Vera y Martín Benítez, pero faltó precisión. Más tarde, el palo le negó el gol a Víctor Cuesta (estrelló un remate a la salida de un córner) y a Vera (conectó un desborde de Gustavo Toledo).

De la mano de Cristian Rodríguez -la figura-, el Rojo crecía cada vez más ante un Olimpia al que le costaba pisar el área contraria. Y de tanto insistir, dio el golpe a los 43′: el Ruso Rodríguez sacó rápido desde el arco, Vera se la bajó a Benítez, el misionero encaró por derecha y asistió de manera notable a Trejo, que entró sin marca para estampar el 1-0 con un toque sutil. El gol cerró la primera parte y el local se fue al descanso en ventaja.

El conjunto paraguayo sabía que no podía seguir esperando en su campo y salió a jugar el complemento con más ambición. Fue así como, a los 12′, Zeballos conectó un centro perfecto de Juan Manuel Salgueiro y otra vez el palo dijo que no. El juego de Independiente se había estancado y Olimpia se empezaba a animar. Los de Pellegrino no sufrieron tanto en defensa, pero a los 36′, un cabezazo desviado de Bareiro asustó a todo el estadio.

Es cierto que el Rojo bajó la intensidad en el segundo tiempo, pero mereció ampliar la ventaja más de una vez. Los laterales se destacaron, el Cebolla aportó la claridad de siempre y Vera estuvo picante, pero una vez más faltó precisión en los últimos metros. Para colmo, a 7 minutos del cierre, Méndez vio la roja por un codazo y el equipo debió jugar un rato con un hombre menos cuando tenía el partido controlado.

En fin, Independiente se llevó un triunfo justo, fue más que el rival, mantuvo el arco en cero y quedó bien parado para jugar en Asunción. Sin embargo, como dijo el entrenador, queda un sabor amargo por los goles errados y por la ausencia de un jugador clave de cara a la revancha. Será fundamental aprovechar el envión anímico de esta racha de victorias y no especular, ya que la serie está abierta.

3 Comentarios

  1. La porquería de relatores de Fútbol para Todos se dio el lujo de decir que “a Independiente no le sobró nada” y que “Olimpia se va bien porque con un solo gol es fácil ganar”. Uno no rompe el televisor por su valor monetario, pero la verdad el monopolio de la palabra de esos es infelices ya es demasiado.
    Por supuesto, toda la esperanza y confianza puestas en el próximo partido, con entusiasmo y sin especular.

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