Edgar Elizalde no tuvo la mejor noche en La Paternal y fue clave para que Argentinos Juniors consiguiera el empate ante Independiente en los minutos finales del partido.
El uruguayo ingresó a los 8′ del complemento en reemplazo de Juan Cazares, para armar una línea de cinco defensores. En pocos minutos cometió dos errores gravísimos cuando el Rojo ganaba 2-0. El descuento del Bicho vino de un agarrón innecesario de Elizalde a Gaston Verón en el área chica, que derivó en el tanto de Gabriel Ávalos de penal.
PENAL PARA ARGENTINOS 🐞
Edgar Elizalde agarró a Gastón Verón y después del llamado del VAR, Nicolás Ramírez sancionó la pena máxima.#LPFxTNTSports pic.twitter.com/trBbFqgHvv
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Cinco minutos más tarde, el equipo dirigido por Gabriel Milito logró empatar por una desatención de Elizalde que dejó solo a Leonardo Heredia, quien cabeceó y le dio cifras definitivas al encuentro.
El defensor llegó a Independiente en julio de 2022 y desde allí, disputó 25 partidos y anotó 1 gol (frente a Central Córdoba).
LO EMPATA ARGENTINOS 🐞
En un córner, Marco Di Cesare anticipó y Leonardo Heredia conectó en el segundo palo. Ahora, el Bicho e Independiente igualan 2-2.#LPFxTNTSports pic.twitter.com/6hhltrtpSE
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¿Cuántos agarrones de la camiseta hay en las áreas del fútbol argentino? ¿Cuántos abrazos, tomadas de mano, obstrucciones? En la Argentina se juega a otro deporte distinto al resto del mundo pero a ambos se los llama fútbol. Las patadas que se dan, las simulaciones, dejó de ser un deporte para transformarse en un rincón donde los argentinos lloran sus penas, arrastran sus broncas, odian, insultan a gente que no conocen, todo por que el país es un desastre, porque la vida de los argetinos es insostenible. Y Elizalde ya no va a poder jugar más en el Libertadores de América, porque agarró de la camiseta a un contrincante dentro del área y está vez se cobró penal. Tendrá el mismo futuro que Villalba que se fue de Independiente porque no lo querían y hoy es un señor jugador. Sería bueno que los argentinos arreglemos nuestra vida, el país, sin echarle la culpa a un muchcacho por tomar de la camiseta en el área a un rival.