Independiente perdió 2-0 con Belgrano y quedó eliminado en octavos de final de la Copa Argentina. Los motivos de la penosa actuación en Arroyito:
- 0 intensidad y juego: así como durante el primer semestre la energía que transmitía el equipo para recuperar la pelota y su verticalidad para atacar, ante el Pirata fue una continuidad de la antítesis mostrada en este arranque de las competencias. Los cordobeses con orden defensivo y viveza le ganó sin despeinarse.
- Mediocampo inexistente: jugadores que destacaron en la primera parte del año como Felipe Loyola y Luciano Cabral, hoy les sale todo mal y no aparecen en los espacios que solían ocupar de buena manera. Preocupante.
- Endeble en el fondo: con un Kevin Lomónaco sin firmeza defensiva, Nicolás Freire que cada partido juega peor y los laterales que no dan garantías cuando vuelven del ataque, el Rojo no paró de mostrar desacoples atrás y cada ataque rival daba la impresión que podía ser gol.
- El ataque, a contramano: exceptuando a Santiago Montiel, que mostró vergüenza deportiva y dentro de todo el desastre fue de lo más desequilibrante, tanto Gabriel Ávalos como Walter Mazzantti hicieron todo lo posible para no ser titulares el próximo sábado contra River. Siempre a destiempo y tomando malas decisiones, ninguno de los dos aportó peligro en el área rival.