La tercera fue la vencida

Por la 18º fecha de la Superliga, Independiente le ganó 2-1 a Unión en el Estadio Libertadores de América. Bruno Pittón abrió la cuenta para el visitante y el Rojo lo dio vuelta con goles de Yeimar Gómez en contra y Fernando Gaibor de penal.

En el tercer partido del año, el equipo de Ariel Holan pudo sacarse la mufa y volvió a festejar después de cinco partidos. Sin brillar ni mucho menos, fue más que el Tatengue y se repuso con mucho carácter tras empezar abajo en el marcador por un gol de carambola.

Con más voluntad que fútbol, el local había generado algo de peligro. Martín Benítez sacó un buen derechazo de tiro libre que despejó el arquero y Cecilio Domínguez -de buen debut- lo tuvo de zurda. Pero a los 17 minutos, en la primera llegada de Unión, un despeje de Fabricio Bustos rebotó en la cara de Pittón y se metió en el arco de Martín Campaña. Baldazo de agua fría.

Con mucho tiempo por jugar, Independiente trató de no desesperarse y encontrar el orden que no había tenido en el primer cuarto de hora. Buscó más a través de los extremos, apostando a la velocidad de Benítez y Domínguez, pero la pelota le llegaba poco a Silvio Romero. No fue hasta el minuto 41 que pudo romper líneas con claridad, y ahí tuvo su premio con otra carambola que reivindicó a Bustos: Gonzalo Verón habilitó al lateral, Fabri envió el buscapié y Gómez Andrade la metió en contra.

El empate trajo alivio para el Rey de Copas y un impulso importante para salir a jugar el segundo tiempo. La clave, además de la actitud, fue ganar el mediocampo: Nicolás Domingo se hizo amo y señor del partido, manejó los tiempos y se entendió perfecto con Pablo Pérez, quien una vez más aportó claridad y verticalidad. Así se liberaron los extremos, Bustos y Gastón Silva se sumaron al ataque y el Rojo empezó a acorralar al conjunto de Leonardo Madelón. Dos veces lo tuvo el lateral uruguayo, primero con un gran tiro libre y después con un zurdazo al primer palo; en ambas apareció Nereo Fernández para despejar.

Lo cierto es que a un equipo que ya tenía el dominio le faltaba juego. Holan metió mano y mandó a la cancha a Pablo Hernández y Gaibor para que la elaboración fuese más clara. Y funcionó. A los 28′, el Tucu encaró tras un buen pase de Cecilio, lo bajaron en el área, Germán Delfino cobró penal y el ecuatoriano lo cambió por gol.

El 2-1 trajo justicia al partido y más confianza en todas las líneas del Rojo, que controló el partido hasta el final. Aún así, los santafesinos tuvieron el empate en los pies de Maximiliano Cuadra, quien no resolvió bien. Fue final en el Libertadores de América y adiós a una racha nefasta sin poder ganar. Ahora la clasificación a la Copa Libertadores quedó a sólo tres puntos, a la espera de otros resultados.