Rodrigo Rey habló en exclusiva con La Nación y fue crítico sobre lo ocurrido en la Copa Sudamericana frente a Universidad de Chile. Contó cómo fue procesando, con el paso del tiempo, uno de los episodios más polémicos y dolorosos del año para el club.
Pasó un tiempo ya, pero el capitán del Rojo remarcó que las competencias internacionales representan la mayor motivación para cualquier futbolista y que el golpe fue aún más duro por el momento que atravesaba el equipo. “Las competencias internacionales son la motivación máxima. En la Sudamericana estábamos bien, nos acercábamos a las instancias finales y de repente nos quedamos sin nada sin jugar”, lamentó.
Al profundizar en el análisis, fue contundente sobre la gravedad de lo que sucedió. “Los hechos sobrepasaron toda razón. Al pasar el tiempo repasás la gente que fue con el propósito de hacerle daño al otro, la reacción, los controles que fallaron y las responsabilidades. Fue gravísimo, ¡pero gravísimo!”, sostuvo. Y agregó: “Quedará marcado en la historia del fútbol como una mancha”.
También, apuntó directamente contra las sanciones que recibió el club: “Lo que siguió al despropósito fue totalmente injusto. El conflicto fue generado por las hinchadas de los dos clubes y el sentido común indicaba que la responsabilidad era de todos”. Y concluyó: “O se resolvía el partido en la cancha, o las sanciones les caían a todos. No fueron ejemplares, no estuvieron a la altura del escándalo”.
