Montenegro apareció en el peor momento y pagó varias deudas

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Si había algo que cuestionaba el hincha de Independiente era la falta de protagonismo de Daniel Montenegro. En los últimos partidos, su ausencia en momentos importantes y su nivel más bajo del esperado, hizo que los reproches estuvieran a la orden del día. Para bien del equipo, la situación dio un giro ante Argentinos Juniors.

El “Rolfi” estuvo lejos de tener un buen partido ante los de Ricardo Caruso Lombardi, pero apareció cuando la situación más lo requería. El equipo se había caído psicológicamente tras el empate del rival y todo hacía prever que la victoria sería, una vez más, inalcanzable. Sin embargo, una falta sobre Hernán Fredes a los 32 minutos del complemento hizo que el árbitro no dudara en sancionar el penal para Independiente.

Sin nervios y con la convicción de pagar las deudas en el arco contrario, Montenegro se hizo cargo de la ejecución y anotó el 2-1 que encaminó el triunfo del “Rojo”. Casi cuatro años pasaron desde aquella tarde lluviosa en cancha de Huracán, cuando el “10” marcó su último gol con la camiseta Roja ante Rosario Central -ese día señaló tres-. Ahora, en la fecha 11 del Torneo Final 2013, se dio el gusto de volver a festejar.

Pero hay algo más. Si bien los hinchas festejaron en gran medida cuando el juez cobró la pena máxima a favor del equipo de Miguel Brindisi, también es cierto que los malos recuerdos atormentaron a más de uno. Los penales errados por Ernesto Farías (fecha 1 ante Newell’s) y por el propio Montenegro (fecha 7 ante Boca) llenaron de nerviosismo al Libertadores de América, pero el “Rolfi” estuvo sobrio para cortar esa racha negativa y pagar varias deudas: la del gol de Independiente, la de “su” gol y la de los penales errados. Así, con un potente remate al palo derecho, dejó sin chances al arquero y dejó atrás los fantasmas del fracaso.