Hilario Navarro (5): Tuvo altibajos. Tapó un mano a mano y un tiro libre impresionante, pero pudo haber hecho más en el gol de Quilmes.
Gabriel Vallés (5): Estuvo bien en la marca y en la entrega, pero no contuvo a Mansilla en el gol del rival. Su nivel está en ascenso desde hace varios partidos.
Cristian Tula (7): El mejor. El refuerzo más regular de todos. Sigue en un nivel que va de bueno a alto. Muy fuerte de arriba y de abajo.
Julián Velázquez (7): Una fiera. Se bajó del avión y jugó. Ni se notó la falta de fútbol. Tuvo sus característicos cruces que hacen explotar a la gente y estuvo firme en el juego aéreo.
Claudio Morel Rodríguez (5): Estuvo lento y no subió tanto. Recién en la segunda parte comenzó a hacerlo.
Roberto Battión (6): Si no es uno de sus mejores partidos en Independiente, pega en el palo. Ganó de arriba, marcó y hasta se tiró al piso a barrer, algo que jamás había hecho en el club. También distribuyó de manera profunda.
Víctor Zapata (4): Mal partido del Chapa. Se lo notó falto de fútbol y físico. De a ratos mostró su calidad con algunos pases, pero tiene que mejorar.
Paulo Rosales (3): Fue su peor partido desde que está en el club. Apagado, lento e impreciso.
Osmar Ferreyra (5): Fue clave en el gol. La paró y estuvo lúcido para darle el pase atrás a Farías. Tuvo mucha actitud. ¿Las malas? Desperdició algunos centros que parecían simples de tirar.
Luciano Leguizamón (4): Sigue bajo. Tarda un tiempo en cada jugada y se retrasa de más en el campo.
Ernesto Farías (5): Volvió al gol y eso es importante. También obligó a la defensa de Quilmes a cometer muchas faltas cerca del área. Igual, debe estar más atento en el offside.
Martín Benítez (-): Ingresó y pocos minutos después, Delfino lo expulsó. Nadie sabe por qué.
Hernán Fredes (6): Entró y pareció otro jugador. Gambeteó con clase, tocó con profundidad y mostró una actitud que contagió a los compañeros.
Fernando Godoy (-): Estuvo poco tiempo para ser calificado.
Américo Rubén Gallego (5): El planteo fue ambicioso y por momentos el equipo mostró una actitud ofensiva muy distinta a otros partidos. Se equivocó en poner a Leguizamón por Vidal, cuando el pibe de las inferiores está en un nivel más alto. El cambio de Godoy mostró una clara intención de cerrar el partido, aunque el entrenador lo admitió en la conferencia de prensa.
