Ricardo Zielinski asumió en mayo de este año, en reemplazo de Leandro Stillitano, tras un breve interinato de Pedro Monzón. El Ruso se puso el buzo de Independiente en medio de la polémica renuncia de Fabián Doman a su cargo de presidente.
El primer partido del técnico de 64 años fue ni más ni menos que el Clásico de Avellaneda. En aquel encuentro, el Rojo mostró otra cara de lo que venía siendo con Stillitano y Monzón, terminó empatando 1-1 ante Racing. A pesar de la igualdad, los hinchas quedaron conformes con el rendimiento del equipo, y hasta fue perjudicado con un polémico penal.
Con el correr de los partidos se vio un leve cambio, se creyó que el barco estaba enderezado que hasta se lo ovacionó al entrenador con el famoso “merca, porro y whisky…el equipo de Zielinski…”.
Luego, el entrenador se encontró con un gran problema: los altibajos del equipo. Bajo sus órdenes, el Rey de Copas nunca pudo ganar dos partidos seguidos. A pesar de esta problemática, el Ruso logró que, de local, Independiente deje de perder puntos: en el Estadio Libertadores de América – Ricardo Enrique Bochini ganó 3, empató 2 y perdió 2 (fue en los últimos dos partidos jugados en Alsina y Bochini).
Para redondear, estas son las estadísticas de Zielinski en el Rojo: dirigió 18 partidos, ganó 5, empató 5 y perdió 8. Tuvo una efectividad del 37,07%. En su etapa, hizo debutar a David Martínez (derrota 2-1 vs. Godoy Cruz) y a Santiago López (victoria 1-0 vs. Central Córdoba).
Además de la Liga Profesional y Copa de la Liga, tuvo un partido de Copa Argentina: triunfó por penales 7-6 frente a Central Córdoba en los 16avos de final.
Finalmente, en la derrota 1-0 ante Colón, el “andate Ruso” le terminó ganando a la ovación y se fue. Rescindió su contrato en agosto, un día después del encuentro ante el Sabalero.
