Y un día ganó Independiente

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Tuvieron que pasar 7 partidos en el torneo local para que Independiente conozca lo que es sumar de a tres. En una noche que comenzó caliente con una lluvia de huevos al micro de los jugadores a la bajada del Puente Pueyrredón, con la gente puteando a Comparada y a la Comisión Directiva y con un cuerpo técnico de auxilio que no sabe que será de su futuro. Así en este panorama el Rojo consiguió su primera victoria en el campeonato.

No se jugó para nada bien, pero sirve para levantarle el ánimo a un plantel que venía en picada. Se notó un cambio de actitud con respecto al último partido, aunque eso no es un logro ya que con Banfield no se jugó a nada, pero peor es nada. El fútbol no se vio por Avellaneda, ya que fue un partido muy luchado tal como anticipó Pavoni en la semana.

En el primer tiempo quedó demostrado porque los dos equipos están en el fono de la tabla. Se juntaron el hambre y las ganas de comer. Se prestaron la pelota uno al otro hasta que a los 27 minutos Leonel Galeano hizo una jugada de otro partido. Capturó un centro pasado al segundo palo apareciendo por detrás de todos, se sacó un hombre de encima y definió de forma exquisita. 1 a 0 a favor del Rojo, euforia en las tribunas y un gran abrazo de Galeano con Pancho Sá.

A partir de este momento Independiente se hizo dueño de la pelota, comenzó hacerla circular pero sin generar mucho daño en el área rival. Facundo Parra fue el único que inquieto al Gato Sessa.

En el segundo tiempo se vio un Independiente más solidario. Con un Fernando Godoy que corría todas las pelotas. A Tuzzio en una posición que hacia mucho no jugaba peleando cada pelota como si fue la última, a Facundo Parra solidario con el equipo, pero gastando energías en una zona del campo de juego que no le corresponde. Y como siempre todo el oficio del Cuqui Silvera, a quien le anularon un gol.

Sobre el final del segundo tiempo Independiente le cedió el terreno y la pelota a Gimnasia, quien llegó varias veces con peligro al área de Hilario Navarro. Por suerte para Hilario y para Independiente, Lucas Castro quien ingresó en el Lobo Platense, se perdió dos goles increíbles abajo del arco, que le pudieron dar el empate y hasta el triunfo a los de La Plata.

Independiente ganó y es lo más importante de cara a lo que viene. El martes hay un partido importante por la Copa en donde hay que traer un buen resultado de Montevideo y por sobre todas las cosas el arco en cero. Esperemos que a partir de ahora este triunfo sirva para empezar a sumar de a tres. No importa si jugando bien o mal. Para mejorar el juego hay tiempo.

Huevos el Martes y a darle una alegría a las miles de almas Rojas que están agotando todas las vías de transporte para llegar al Uruguay.

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